domingo, 16 de noviembre de 2014

No solution, que no que no

Bien! Ahora después de varios días, después de hablar y hablar y comentar con esta chica, pareció que hubo un cambio en ella. Pero ha durado muy poco. Tengo que ser consciente de que esto no funciona, porque me siento muy dolido después de todo lo que me ha hecho pasar. No quiero alguien así en mi vida, que de un día para otro le salte el automático, me omita complétamente y sienta ser su marioneta. Me falta algún que otro hilo para que pueda colgarme a su gusto, pero no va a ocurrir. Después de lo que he pasado este fin de semana, en el que de repente le cambia la actitud y pase de mí, me haga sentir una mierda. No sé qué le sucede, no sé por qué pasa de ser un encanto de niña a ser una mujer altiva, seca, de repente eufórica, de repente no estoy en sus planes si no voy yo detrás. No sé qué juego es este, no entiendo nada, lo único que sé es que estoy sufriendo a lo tonto, sabiendo que se marcha un año entero y que no me compensa estar con alguien que te hace sentir así. Hago todo lo posible por sacar tiempo y estar con ella, pero no suceden las cosas así. Me dice que se le cruza el cable y que eso es lo que le pasa que no lo puede controlar, no sé hasta qué punto es normal, puede necesitar una ayuda o sea algo que poder afrontar con otra persona como yo. Lo que sí sé es que me hace sufrir y me hace sentir mal y no quiero una relación para pasarlo mal. Lo de siempre, me siento más solo con esta compañía que estando conmigo mismo.

domingo, 6 de julio de 2014

Desde una pensión...

Son las 4 de la madrugada. Escribo desde una pensión donde me hospedo estos días mientras consigo encontrar un lugar mejor para vivir. Estoy en Tossa de Mar, en la Costa Brava, trabajando de nuevo de camarero. 

La sensación es totalmente distinta al de resto de años que he venido aquí. Me siento solo, me siento despojado de mi identidad, desprendido de mi tiempo, de mi camino. Esta vez veo perféctamente el rodeo que estoy dando, sin quererlo y sin creérmelo. Complicándome la vida por huir de otra complicación mayor. Desde este sumidero de almas en pena y solitarias, me hallo zambullido en una habitación fría pero bochornosa. Mis compañeros de habitaciones contiguas, son hombres, todos ellos solos, con la mirada cansada y con la voz afinada por la arena de mil vicios. En la calle escucho a una pareja discutir, posiblemente me los cruzara antes por la calle. Mientras tanto yo no dejo de pensar en aquello que me hace sentir yo, en quien soy y en lo que quiero. 

Durante años me he zambullido en una vida nómada, pero con atisbos sedentarios que eran imposibles. No tengo las riendas de mi vida, no sé si ello será posible algún día, pero no hay día que lo intente, por lo que nunca planifico nada. El estado cambiante en el que me encuentro me obliga a realizar mil cosas para poder tener un presente inmediato digno aunque siempre acabe en las aguas del mediterráneo. No me dejo conocer por nadie, no quiero enamorarme ni encontrar a nadie, pero es algo que no lo manejo yo al menos consciéntemente. Siento como si mi alma tuviera callo, estoy cansado. Y cuando encuentro a alguien que merece la pena, me he de marchar, con la posibilidad de que todo se enfríe. Tras una semana por aquí, mi alma ya va curándome el corazón con el olvido. Todo lo que sentía por alguien tan especial, alguien que de tanto que admiro, me hace sentir tan pequeño... Lo impredecible de esto es lo que me hace sentir que soy humano, que estoy vivo y que no contaba con esto. No contaba con enamorarme, pero no espero nada. Porque esperar es el error más cometido por el ser humano, que no lleva más que a decepciones. Supongo que la historia se escribirá sola, no por destino, sino por coherencia. 

Escucho besos y risas en la calle, la pareja parece que ha dejado de discutir. Yo me voy a la cama, con una historia de pensión y un poco menos de tristeza.